Tengo miércoles

El miércoles es el día que marca la mitad de la semana.
Usualmente me sentía libre de decidir si este día hacía ejercicio, me iba más temprano al trabajo, visitaba a algún vecino o paseaba largo a mis perros.
Pero de un tiempo a esta parte, este día adquirió otro significado: es el día de hacer colas y comprar, si se tiene suerte, porque según dicta el final de mi cédula, el miércoles es mi día.
Hasta hace poco procuraba levantarme temprano, y realizar una serie de tareas desde temprano (por ejemplo, hacer el almuerzo, doblar la ropa, regar las plantas, llevar a todos a sus trabajos para quedarme con el único carro que tenemos pues el otro está en el taller) para disponer de espacio antes de ir a mi trabajo y recorrer los supermercados que me quedan cerca.
Entonces, el miércoles también marcaba mi humor en el día: feliz porque conseguí azúcar, mantequilla, aún más feliz porque encontré leche. Triste o deprimida si no encontré nada, o si en la cola, constaté por qué estamos como estamos (hubo gente que se coleó o me amenazó, por ejemplo).
Me di cuenta que aunque "era mi día", en realidad no era nada mío: Si mi vecina llegaba de Maturín, por ejemplo, y me invitaba a un café mañanero, lo rechazaba porque era miércoles. Si amanecía con humor de ir al parque del Este a correr, no lo hacía porque era miércoles. Y como el asunto es cada vez más difícil, con colas cada vez más largas, o productos que llegan o se ausentan inesperadamente, me encontré con que no era una rato en la mañana. Todos mis espacios libres se coparon con la tarea de ir a un supermercado.
Entendí que más que "mi día", fue otro -el gobierno- el que decidió qué hago yo el día miércoles.
Así que opté por recuperarlo. Una pequeña muestra de rebeldía, de decisión propia. No será otro quien me haga hacer cosas que no quiero hacer a mitad de la semana.
Por eso estoy escribiendo, hoy temprano, antes de ir a mi trabajo, en lugar de hacer cola en un supermercado. Hoy, fui un poco más libre.
No tengo azúcar, aceite o leche, pero tengo miércoles.

Comentarios

  1. Hace rato decidí no hacer colas los martes, paso por el automercado a ver que hay pero nunca tengo suerte de encontrar algo.

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